Sabéis que os digo, que a mi Plin. si no os gusta no la volváis a escuchar pero os pediré que la escuchéis una vez. Sí, sólo una vez.
A tamaña tortura os someto, a tamaña venganza me someto yo también.
Porque todos hemos dicho adiós en alguna ocasión a una Reina y porque sobretodo la mayoría de los que pasáis por aquí a leer estas pocas líneas que escribo cada X tiempo (X hace tiempo que secó a Infinito) tenemos una parte de bohemios a la que nos aferramos con más o menos intensidad.
A buen entendedor pocas palabras bastan, así que no os cerréis las miras en una historia de amor...
Me cansé de rogarle
me cansé de decirle,
que yo sin ella
de pena muero.
Ya no quiso escucharme
si sus labios se abrieron,
Fue pa' decirme:
ya no te quiero.
Yo sentí que mi vida
se perdia en un abismo
profundo y negro como mi suerte,
quise hallar el olvido
al estilo jalisco
Pero aquellos mariachis y aquel tequila
me hicieron llorar.
Me cansé de rogarle.
Con el llanto en mis ojos
alzé mi copa y brinde por ella
No podía despreciarme
era el último brindis
de un bohemio con una reina.
Los mariachis callaron.
De mi mano sin fuerza
cayó mi copa sin darme cuenta
Ella quiso quedarse
cuando vió mi tristeza
Pero ya estaba escrito
que aquella noche perdiera su amor.
El pasado de tan lejos que está, está a un sólo pensamiento de distancia.
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Y ese pasado vuelve en ocasiones en forma de tormenta mental...
Pero sé que vales mucho, aunque a veces la negatiidad nos envelva, eres muy grande, señor.
Cuando quieras volvemos a quedar, ya que me encantó su tierra.
Un saludo.
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