Cabalgar los sueños, desbocar la realidad

Regresé de una grata vivencia en Madrid, capital de España por estar en el centro. No, no nos vamos a meter en politiqueos chorras ni por asomo. Mi desplazamiento ha sido debido principalmente a un evento ciertamente grato, Pinturas en Movimiento donde nuestra, o solo mia, a saber, amiga Isilwen actuó el domingo por la tarde. El segundo motivo del viaje era desconectar del trabajo que aunque parezca mentira... quema una cosa mala y hay que desconectar a saco, aunque no se consiga fácilmente. La tercera causa no ha sido otra que la de ver la gente que hay por allí y aprocvechar para ir a ver el... mmm no sé que era lo que tenía que ver... bueno ya regersaré otro año si recuerdo lo que tenía que ver. Esto no es más que un poco de realidad para que la degustéis sin romperos mucho las neuronas, porque lo mismo os lo pongo en otras palabras y de misa... la mitad.

Ale después de este poquito de realidad vuelvo a mi mundo que no es cuadrado sino mas bien un rincón constante lo mires por donde lo mires y lo pongas donde lo pongas.

Acallé el zumbido de las palabras que nacían en la parte trasera de mi mente. Las moscas habían abandonado la casa hacía ya muchos días. Todo era frío. Todo estaba a oscuras. Todo eran tonos grises. Todo menos yo, mi aura y mi voluntad. El rojo salió a raudales por mi garganta henchida de notas vibrantes. De pasión quedó pintada la Luna, roja en el cielo negro plateado de estrellas.
Y mis ojos derramaron apasionadas lágrimas que con majestuosa caida tiñieron las rosas que cobraban vida.

Mis alas y mis manos
y mis garras y mis pies
y mi cola y mis mandíbulas
y mi cresta y mi alma
se empezaron a estremecer.

Se acercaba el Amanecer y con él mi sueño de volver.

D.r.D