The bard's song will remain
Myself, three personalities on my own
divendres, 26 de juny del 2009
A dream que esdevé l'anhel de la realidad soñada
Era noche cerrada. Los grillos entonaban su tradicional ceremonia de cricks y cricricks sólo interrumpidos por los susurros que nos cruzabamos nosotros. La Luna se ocultaba tímida entre nubes viajeras que circulaban con prisa para encontrarse con las lluvias en las laderas de las cadenas montañosas. Las estrellas brillaban desafiantes por entre esas raudas aglomeraciones de vaporoso algodón. No había más luz que la que nos proporcionaban los astros celestes ni más canto que el monótono cri-cri.
Su piel, pálida por naturaleza, se veía resplandeciente e incluso brillante ante semejante iluminación plateada, su cabello negro azabache reflejaba los estallidos de luz que ocasionalmente escapaban y enmarcaba un rostro que lejos de ser perfecto, era la perfección.
La conversación transcurría sin mayores trabas, todo fluido, ligero, suave. Los susurros se hacían cada vez menos audibles y cada vez estabamos más cerca. Decidimos salir al césped que nos rodeaba, por un momento el canto hipnotizador permaneció en silencio a la par que la luna se escondía de nuevo detrás de sus almohadones de vapor. Nos sentamos uno al lado del otro y seguimos con la susurrante y tenue conversación. Nuestras cabezas se fueron ladeandolentamente hasta que se tocaron y nos apoyamos el uno en el otro. Pareció que pasaba una eternidad. Las nubes habían desaparecido por completo y Orion era claramente visible en un cielo que parecía que teníamos al alcance de la mano.
Una sonrisa hace que nos miremos directamente por primera vez en toda la noche. Un relámpago en la lejanía nos iluminó unos ojos sedientos de algo que no podíamos tener. El calor que precede una tormenta estaba haciendo mella y ella dejó ver una pierna suave y sedosa por entre los pliegues de su falda. Tanta blancura en la oscuridad no podía más que atraer mi mirada como canto de sirena.
Ahí estaba yo, encerrado en mi celda de deseo, escondido tras barrotes de sólida timidez. Le miraba a los ojos y veía un espacio abierto una alma corriendo libre, un sediento saciando su sed. Sus pestañas acariciaron mis mejillas con el primer parpadeo, o simplemente percibí la brisa que crearon; no puedo asegurarlo. Sus labios húmedos rezumaban néctar y ambrosía que me invitaban a provarlos y sin tener control sobre mi mismo nuestros labios se encontraron.
Fue como comer fruta en el punto justo de maduración. La explosión de sensaciones hizo que no existiese nada más que sus labios y su lengua... hasta que una vocecita dentro de mi me lo dijo... No está bien y lo sabes, sabes que tiene novio, sabes que le vas a hacer daño, sabes que no se lo merece ni tú tampoco. El beso terminó y parecía que había durado un extasiante año.
Me recosté hacia atrás en el asiento y pensé en mi vocecita interior, en mi Pepito Grillo particular, en mi propia mente real ajena a esta fantástica fantasía... Era un sueño, nunca podría ser verdad.
D.r.D
No hay nada más extraño que darte cuenta de que estás soñando cuando te percatas que estás haciendo algo con alguien que no debes... pero sigues soñando...
Su piel, pálida por naturaleza, se veía resplandeciente e incluso brillante ante semejante iluminación plateada, su cabello negro azabache reflejaba los estallidos de luz que ocasionalmente escapaban y enmarcaba un rostro que lejos de ser perfecto, era la perfección.
La conversación transcurría sin mayores trabas, todo fluido, ligero, suave. Los susurros se hacían cada vez menos audibles y cada vez estabamos más cerca. Decidimos salir al césped que nos rodeaba, por un momento el canto hipnotizador permaneció en silencio a la par que la luna se escondía de nuevo detrás de sus almohadones de vapor. Nos sentamos uno al lado del otro y seguimos con la susurrante y tenue conversación. Nuestras cabezas se fueron ladeandolentamente hasta que se tocaron y nos apoyamos el uno en el otro. Pareció que pasaba una eternidad. Las nubes habían desaparecido por completo y Orion era claramente visible en un cielo que parecía que teníamos al alcance de la mano.
Una sonrisa hace que nos miremos directamente por primera vez en toda la noche. Un relámpago en la lejanía nos iluminó unos ojos sedientos de algo que no podíamos tener. El calor que precede una tormenta estaba haciendo mella y ella dejó ver una pierna suave y sedosa por entre los pliegues de su falda. Tanta blancura en la oscuridad no podía más que atraer mi mirada como canto de sirena.
Ahí estaba yo, encerrado en mi celda de deseo, escondido tras barrotes de sólida timidez. Le miraba a los ojos y veía un espacio abierto una alma corriendo libre, un sediento saciando su sed. Sus pestañas acariciaron mis mejillas con el primer parpadeo, o simplemente percibí la brisa que crearon; no puedo asegurarlo. Sus labios húmedos rezumaban néctar y ambrosía que me invitaban a provarlos y sin tener control sobre mi mismo nuestros labios se encontraron.
Fue como comer fruta en el punto justo de maduración. La explosión de sensaciones hizo que no existiese nada más que sus labios y su lengua... hasta que una vocecita dentro de mi me lo dijo... No está bien y lo sabes, sabes que tiene novio, sabes que le vas a hacer daño, sabes que no se lo merece ni tú tampoco. El beso terminó y parecía que había durado un extasiante año.
Me recosté hacia atrás en el asiento y pensé en mi vocecita interior, en mi Pepito Grillo particular, en mi propia mente real ajena a esta fantástica fantasía... Era un sueño, nunca podría ser verdad.
D.r.D
No hay nada más extraño que darte cuenta de que estás soñando cuando te percatas que estás haciendo algo con alguien que no debes... pero sigues soñando...
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1 comentari:
Haqy sueños que se realizan que incluso creemos que son realidades firmes y hacemos nuestros. Pero si crees que ese sueño es realizable y puede funcionar, lucha por ello.
Un abrazo, matatrolls.
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